Y acá vamos con la segunda entrada!!! Creo que voy por buen camino, creo.
Llegamos a Amsterdam el 29 de diciembre. Esta era solo una parada técnica antes de llegar a Londres. Sé que muchos se preguntan ¿por qué no llegaron directo a Londres? ¿Si tuvieron escala en Londres, porque no se bajaron ahÃ? Lo crean o no, era mas barato llegar a Amsterdam que a Londres, y aunque nos hubiéramos querido bajar en Londres, no hubiéramos podido porque nuestras maletas llegaban directo a Amsterdam.
En fin, fue una buena escala para poder reencontrarme con la ciudad. Llegamos al aeropuerto, pasamos migración (donde no nos preguntaron nada) y tadah, estábamos en Amsterdam. Al momento de llegar, me fui a la mierda. Me desoriente, no supe como llegar al hotel, no me acordaba de nada, DE NADA!! Fue terrible, y hacÃa mucho frÃo. La cosa es que después de preguntar, de casi pagar un taxi, y de querer tomar una micro (pero sin saber como chucha comprar boletos porque en ningún lado encontré la info), un señor nos dice que "hay buses de acercamiento gratis hasta el hotel" y fuimos las mas felices del mundo.
Luego de hacer el check in en el hotel, nos duchamos, nos arreglamos y nos fuimos a Amsterdam, siquiera un viaje de 24 horas nos iba a impedir disfrutar de la ciudad. Tomamos el bus gratis desde el hotel al aeropuerto, y desde ahà tomamos el tren hasta Amsterdam Central. La tarde estaba super helada, pero nada importo. Nos pusimos a caminar por la ciudad de noche, y todo era maravilloso. Mucha vida, mucha gente, mucha emoción (vispera de año nuevo). Fuimos al Barrio Rojo, caminamos, comimos y todo en la ciudad. No duramos mucho, pues estábamos agotadas, y sentimos como que estábamos en un sueño. No podÃamos creer que ya estábamos ahÃ, y fue cuando me di cuenta de todo, de lo gigante que fue la decisión que tomamos.
Me di cuenta de que no verÃa nadie en un año o más, que empezarÃa al fin a vivir por mÃ, sola, sin tener la certeza de que si me faltaba algo, mis papas me lo darÃan. Y me sentà bacan, grande, emocionada. Me sentà como un niño con un dulce, un tanto abrumada, pero con la seguridad que voy a poder hacer todo lo que quiera. Sabiendo que no todo iba a ser fácil, pero que a pesar de todo, iba a cumplir mi sueño.
En fin, me dà cuenta de todo y fue bacan

Al dÃa siguiente nos levantamos tempranos y aprovechamos las horas que tenÃamos antes de nuestro vuelo a Londres para poder ver la ciudad durante el dÃa. Como estábamos a finales de diciembre, el frÃo estaba super intenso, pero soportable. Como muchos habrán leÃdo, en Amsterdam sacaron el letrero de I am Amsterdam de la plaza donde esta el Museo de Vang Gohg, pero dejaron el que estaba en el aeropuerto, y sÃ, la gente ahà estaba, sacando fotos en las pobres letras. Luego de hacer el recorrido que corresponde hasta Amsterdam Central, nos dispusimos a caminar.La ciudad de dÃa es mucho mas hermosa que de noche, y se puede apreciar mucho más su arquitectura y sus canales. Ese dÃa fuimos a ver la Casa de Ana Frank. No le tome fotos porque, sinceramente, por fuera no tiene nada de impresionante. Intenté comprar entradas para ese dÃa, pero estaba todo lleno, y no iba a terminar el dÃa en una fila.
Después de la casa de Ana Frank, seguimos recorriendo la ciudad. Entramos a Primark (lejos mi tienda favorita de Europa), y a mil tiendas más. Pasamos cerca del hostal donde me quede la primera vez, y disfrutamos de algo tranquilo pero agradable.
Acá les dejo unas fotitos de Amsterdam.
Terminamos el dÃa corriendo para poder tomar el avión a Londres. El aeropuerto de Amsterdam es algo TAN extraño, y feo, y... enredado. En lo personal, no me gusto para nada, pero después de correr, de tomar micros que no sabiamos donde nos llevarÃan, de tomar las maletas, de casi irnos en Taxi al aeropuerto, y de mil cosas más, logramos tomar el bus al Aeropuerto, facturar las maletas, llegar a la puerta de embarque, y tomar nuevamente un avión a Londres. Al fin llegarÃa a la mejor ciudad del mundo a pasar el mejor año nuevo de mi vida, porque, como dice Joey Tribbiani:






